top of page

ABC Madrid, Miércoles 20- Dic-1961

El pintor sevillano Manuel Monedero acaba de inaugurar una exposición en la Galería Dickson, de esta ciudad.

Una hora después de abierta la exposición un domingo por la tarde, con nieve en las calles, en el catalogo conté  cuatro cintas rojas, cuatro cuadros vendidos. Para un recién llegado como Monedero a una galería washingtoniana, cuatro ventas en los primeros sesenta minutos de exponer, es algo. Y no serán las últimas.

La de Monedero es una colección vivaz, acre y de un elegante realismo, muy dentro de la tradición española. Expone 28 lienzos y un tríptico que titula “El biombo de los rapaces”, con nueve plafones de temas infantiles. En el conjunto de su obra hay, indudablemente, muchas raíces de la gran pintura del país tamizadas por la personalísima interpretación de un artista muy personal y con un asombroso dominio del color, la composición y el movimiento.

El conjunto puede mas o menos, dividirse en tres grandes grupos que dan a la exposición variedad e interés temático: retratos y desnudos; interpretaciones cervantinas y goyescas; como “Clavileño”, “Gallina ciega”, “El carro de Angulo el Malo” y otros y, en fin, el tema de los niños, grupos de niños trazados como un torbellino de acción y de color, entre las que destacan:”Niños y globos”, “Mi amigo Pepito” ,”Descarado” y varios de los plafones del “biombo”.

En una palabra: Una exposición brillante, personal y españolísima que no ha caído en el vacio en este mundo artístico, sofisticado y difícil del Washington “nouveau  regime”

bottom of page